Sensorama
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Este díptico modelado en barro fresco ensaya distintas conformaciones inspiradas en los órganos sensoriales. En dos carteles que son uno, se especula sobre la morfología de nuestros sentidos -orificios del cuerpo, dermis hipersensibles, cavidades acústicas, glándulas generativas y vasos comunicantes- conformando una bioestación o sensorama, que quiere ayudar a ejercitar (como una de esas máquinas de ejercicios para la tercera edad) un refinamiento de nuestra sensibilidad ante las señales que emite el mundo y emitimos en él.
Nos gustaría desbordar la experiencia del formato cartel al invitar a una mirada con todas las manos del cuerpo. La obrar, creada entre dos personas, se enmarca en el desafío de lo comunicable e incomunicable de dos sensibilidades que buscan crear juntas y disolverse, usando barro fresco, por el modo en que permite una experiencia única de la materia viva, en respuesta permanente a los gestos. |